Que no está muerto lo que puede yacer eternamente.

GdS TV

26 October 2009

Amputechture, de The Mars Volta

Esto iba a ser la segunda parte de la serie de discos bibliotequeros, pero me atasqué con el segundo y, como me da pena tener esta croniquilla ya hecha, os la dejo para que hagáis con ella lo que más os pete. Con ustedes...

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Amputechture, de The Mars Volta, 2006.

Este es un disco (y un grupo) duro, duro de escuchar. No porque sea insoportablemente disonante (aunque tiene momentos bastante poco eufónicos) ni porque el puro afán de experimentación, de ir más allá, les haga olvidar el equilibrio y funcionamiento de las canciones. Al contrario, es evidente que todo el disco está perfectamente organizado y tiene un sentido claro... en las retorcidas mentes de sus autores (Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala, quedaos con sus nombres). Así que matizo: más que un grupo duro de escuchar, es exigente. Para disfrutar escuchando esta música, primero hay que aceptar humildemente que la visión artística de estas criaturas de Dios no está hecha para que tú, insignificante oyente, la comprendas y te sitúes a su nivel, ni para que te sientas bien ni mal. El tal Cedric se dedica a cantar unas letras que rozan lo completamente incomprensible... por el lado de allá. Los temas son en general suites largas (los únicos cortes que podrían servir para singles son "Vermicide", y como mucho "Asilos Magdalena", aunque a mí esta me suena a ratos a Silvio Rodríguez pasado de vueltas), pero evitan el peligro de esta forma musical gracias a un buen sentido de la progresión y la dinámica. Rocanrolean duro cuando hay que hacerlo y se ponen letárgicos de vez en cuando, pero, como decía antes, es asombroso comprobar que todo está en su sitio. Y los riffs molan, resucitando el hard rock setentero, lo cual sólo puede ser bueno. Mi tema favorito es "Meccamputechture", sin duda. En cuanto a de qué puñetas hablan, lo que parece evidente es el sustrato cristiano: ¿no es la expiación vicaria ("Vicarious Atonement") la causa del sacrificio de Cristo? El "Tetragrammaton" es YHVH, el nombre, impronunciable, del Dios judío; "Asilos Magdalena" es bastante obvio, lo mismo que "El Ciervo Vulnerado". Pero en cuanto al contenido lírico, está encriptado en una densa red de metáforas demasiado oscuras para ser desentrañadas: nada nuevo por otra parte, es algo similar a leer a T.S. Eliot, Dylan Thomas o Hart Crane. Pretender a estas alturas de la película que un poema, una canción, o una obra de arte en general tenga que "querer decir algo" es como mínimo ingenuo...

Por cierto, merece la pena echar un vistazo a la obra de Jeff Jordan, el autor del cuadro de la portada.

28 August 2009

Discos bibliotequeros (I)

En fin, si esto fuera un blog serio, mis ávidos lectores se preguntarían el porqué de mi ausencia veraniega. ¿Me hallaba de vacaciones en las Bahamas, secuestrado por la Camorra, o tumbado en el sofá con una pierna rota, incapaz de alcanzar el ordenador? Sin embargo, tal como están las cosas, dado que parece que a mí no me importa este pobre puñado de bits, pues tampoco al blog le importo yo, y me parece justo. Al grano, Mariano: el caso es que llevo este verano estudiando como un campeón (con momentos de más y menos intensidad, eso hay que reconocerlo), y claro, ahora que estamos en plena recta final, pues toca darse heroicas panzadas de biblioteca, llenando la mente de conocimiento y haciendo barriga ahí todo el día en la silla. A las 8 y media de la mañana salgo de mi casa para estar en la biblio a las 9 y poder coger sitio, y allá que me apalanco, con una breve pausa, hasta la hora de comer, y luego vuelvo hasta que cierran. A esos menesteres me acompaña mi fiel portátil, que me ahorra kilos de papel y, sobre todo, está equipado con el amigo spotify que tantas alegrías nos da. Por cierto, antes de nada, mala noticia:

Spotify ha quitado los discos de Bob Dylan. Así, como lo leéis: iba yo a ponerme "Tombstone Blues" para animarme y resulta que la enorme cantidad de discos que había (incluyendo directos, las antologías de bootlegs...) han desaparecido y sólo ha quedado una cosa, un directo cutrísimo llamado "Bob Dylan 60's Live". Buscando en el soporte de spotify encuentro esto:
Unfortunately there are certain rights issues not resolved with this artists at this time. We hope to resolve this in the future and get his music back onto Spotify.
Naturalmente, como esto de los derechos es tan jodidamente esotérico (nadie sabe, para empezar, qué clase de milagro han obrado los de Spotify para que las grandes discográficas les abran sus puertas y les dejen a sus hijos) pues no sabemos qué ha hecho cambiar de opinión a Bob (o más probablemente, a su manager).

En fin, aunque me quedé escaldado y triste después de ver esto, no me iba a quedar sin escuchar discos, y no me fue mal: en dos días me he pulido 16 discos (bueno, no exactamente, que el último lo tengo a medias). Y pretendo comentar, aunque sea con un parrafito, todos y cada uno de ellos. Porque, aunque no he seguido más criterio que lo que me iba apeteciendo escuchar y me acordaba, resulta que todos los discos han salido de buenos para arriba (menos uno que hubo que abortar, pero eso es otro tema). Sin más ni más, vamos a por el primero (los títulos de los discos os llevarán directamente al spotify, los de las canciones a vídeos de youtube cuando los he podido encontrar, que además están en la tele)

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1.- Sticky Fingers, de los Rolling Stones, de 1971.

La idea era empezar por el John Wesley Harding de Dylan, pero debido a lo comentado más arriba no pudo ser, así que tuve que consolarme con que están subiendo al spoti bonitas versiones remasterizadas de los discos de los Rolling de éste en adelante. Y madre, qué disco. (Por cierto, sabed que en España fue censurado, cambiada la foto de portada y sustituida "Sister Morphine", o eso dice la wikipedia). Nada más empezar, "Brown Sugar" empieza a patear culos, puro rocanról y una de las mejores de los Cantos Rodaos, eso seguro. Pero todas y cada una de las canciones de este disco son buenísimas (nada que nadie no sepa ya, pero si uno llega a esto del rock con 40 años de retraso, es lo que pasa). Destacaría el solo de saxo de "Can't you hear me knocking", y la gran "Dead Flowers", que al estar después de "Sister Morphine" parece optimista, pero es deliciosamente amarga, una muy buena canción en la vieja tradición del rencor (hum, eso me parece que daría para un post). Y en fin, que lo escuchéis, que éste es de la Liga de Oro del Rock.

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2.- Selling England by the Pound, de Genesis, 1973.
(Sí, ya lo sé, ha quedado la barra de resolución al subirlo a imageshack, pero ya me da pereza volverlo a subir).
Este ya lo había escuchado, pero lo perdí, junto con otros discazos que tenía bajados, cuando a mi portátil le dio por comerse una partición de disco así como quien no quiere la cosa. Esto es progresivo del bueno, del de verdad, del de la edad de oro, del de los musicazos acojonantes, del de las épicas canciones de 13 minutos que se te pasan en ná. Y éstos son los Genesis que molan, los de Peter Gabriel. Soy de la creencia de que los primeros minutos de un disco te pueden indicar dónde está la calidad. Y esto empieza con Gabriel cantando bucólicamente "Can you tell me where my country lies...?" (grandes las pintas de Gabriel,y ¡El PELO de Phil Collins!) y al poco ya se ha convertido en una sección instrumental extrarockera, luego tiene momentos instrumentales tranquilos... ahí es donde está la calidad espectacular de este disco, creo yo: en que las instrumentales están trabajadísimas, con melodías y armonías perfectas, tocadas inmaculadamente, no se alargan más de lo necesario... y, claro, la voz de Gabriel (o más bien las voces, que el tío es versátil) mola, y las letras son originales, en el rollo fantástico-ingenuo típico del progresivo pero con buena calidad literaria. Y contiene mi solo favorito, EVER. Se trata del solo de sintetizador de "Firth of Fifth" (3:30-4:44 en el vídeo, 4:32-5:45 en el spotify). Es de una majestuosidad impresionante, de una sensibilidad armónica increíble y, en general, maravilloso. Tienen (o tenían) un manejo de la dinámica nada fácil de encontrar. El otro gran temazo (y tanto, es la canción más larga del disco) es "The Battle of Epping Forest". Decidme otra épica de 12 minutazos que sea tan entretenida, tan bien construida, tan agradable de escuchar, tan original, tan BUENA en definitiva.

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3.- Reggatta de Blanc, de The Police, 1979.

Hey, molona portada, y curioso título: Reggatta de Blanc = Reggae de blancos. Y eso podrían ser: tres chicos ingleses inspirándose en los músicos jamaicanos, domesticando el estilo como ya se hizo con el blues. Pero no es eso. The Police están a ese nivel estratosférico que muy pocos grupos alcanzan, suenan perfectos, etéreos. Con los Rolling oímos la música de la tierra, del sudor, de la libido; Police simplemente flotan. Y una cosa hay que notar: Police es el grupo de Stu Copeland, y Copeland es uno de los mejores baterías que haya dado el rock. Propongo al atento lector que intente seguir la batería de "Walking on the Moon", las mil y un virguerías que va haciendo mientras mantiene el ritmo perfectamente. ¡Impresionante! Por supuesto, no podemos olvidar que este discazo empieza con uno de los grandes temas por los que Police siempre serán recordados (¡merecidamente!): "Message in a bottle". Aparte de esas típicas, a mí me encanta "Bring on the night". (Y ahí se ve que lo que hace Copeland no es moco de pavo). En general todo el disco mola, con "The Bed's too big without you", "Does everyone stare". En definitiva, otro gran disco. Como veis, la jornada empezó bien...

...y aquí interrumpimos la crónica, de momento, que veo que soy incapaz de acortar, me enrollo demasiado y sólo estos tres me han costado sudor y lágrimas. En la próxima seguimos con unos locos simpáticos, unos irlandeses auténticos y un señor cuyo talento es tan brillante como raro su peinado. ¡Nos vemos pronto!

ACTUALIZACIÓN (29/8/09): Parece que lo de Bob no está eliminado de spotify, sólo oculto. Me ha pasado algo paranormal: tenía en una lista de reproducción el Before the Flood, y seguía apareciendo allí. He podido escuchar una canción y luego se ha parado y el disco entero ha desaparecido de la lista de reproducción. Eso me hace pensar que hay esperanzas de que vuelva pronto.

27 June 2009

RIP Jacko

No me negaréis que es cenizo esto de matar estrellas del pop actualizando el blog. Servidor de ustedes, seguro de que MJ partirá hacia tierras mejores a hacer dúos con Sinatra con Nat King Cole al piano, y a inyectarse opiáceos con Cobain, lamenta no haber escarbado más en su discografía antes del lamentable suceso. Pero ah, ese Billie Jean que me ha hecho hacer el ridículo en lugares públicos ya unas cuantas veces... (no lo puedo evitar, se me van los pies).

En fin, se nos va el hombre que nos enseñó la manera más molona de acabar con los malos. Si no habéis visto esta obra maestra... atención a ese estilo, ese visual, esa CATARSIS colectiva estremecedora, y ese final epiquísimo. RATATATATA!



Descanse en paz.

25 June 2009

Feliz 2009

¡Feliz 2009! Sí, reconozco que llego con un poco de retraso, pero así es mi concepción del tiempo, ¿no hay un pueblo donde se toman las uvas en agosto? Para mí el solsticio de verano simboliza el renacer, y los fuegos de San Juan sobre Las Canteras, iluminando a centenares de coyos borrachos con peinados sólo posibles en la humedad ambiental de Las Palmas, me llegan al corazoncito pagano más (y mejor) que los anglosajones newageros que se van a pelarse de frío en Stonehenge en vez de coger una oferta de turoperador para ponerse ciegos de sangría en Maspalomas. But I digress.

En fin, creo que mis pobres lectores ya habrán constatado que mi falta de vergüenza y mi perrerismo como actitud alcanzan cotas estratosféricas (donde desaparece la fuerza de la gravedad). Digamos que, mientras ahora que llega el veranito la mayoría de blogs que mantienen un ritmo serio de actualización se toma un merecido descanso, hete aquí que aparezco yo, después de meses y meses mirando con indiferencia mi último post, el mono con cascos devolviéndome la mirada, para ir a visitar uno de los muchos chupiblogs que tengo enlazados ahí a la derecha, en busca de actualizaciones molonas e interesantes.

Curioseo en los borradores que tengo por allí: de cuando empecé esto (es decir, reempecé) lleno de proyectos e ilusión, de todas las veces que intenté evitar la (lo diré!) pertinaz sequía de actualizaciones... bah, no voy a ponerme épico: si esto fuera un hijo en vez de un blog, me estarían poniendo verde en cualquier talk show vespertino de provincias (¡alarma social!), eso es un hecho. Pero, así las cosas, me puedo tomar esto como un periodo de acción a través de la inacción con vistas a una purificación taoísta de estos pedantísimos bits.

Pero desvarío cada vez más: efectos del cambio brusco de altitud, no me lo tengáis en cuenta. Me parece simpático algo que escribí el 8 de mayo del año pasado, y que no llegó a ver la luz, de hecho ni me acordaba que lo había escrito:

Hoy, para aliviar el estrés de ser opulentos ciudadanos de Occidente, voy a ofreceros desinteresadamente unos cortes musicales de los últimos discos que he escuchado, que son de lo más diverso.

Empezamos, sin ninguna razón en particular, por los Cream, trío inglés bastante famoso y efímero de finales de los 60, con el gran Eric Clapton a la guitarra, Jack Bruce al bajo y cantando, y el enorme Ginger Baker (posiblemente el mejor batería del rock) dándole a los tambores y platillos. Su disco Disraeli Gears marcó época como uno de los que definieron lo que se dio en llamar el rock psicodélico, siguiendo el camino que abrieron los Beatles. La canción que los Cream han conseguido colar en la memoria colectiva es "Sunshine of your love", con su gran riff. Pero aquí nos vamos a dedicar a la llamada S.W.L.A.B.R., siglas de "She walks like a bearded rainbow".

Ou yeah! Huellas fonográficas de años felices, donde se percibían más millones de colores y Dios caminaba sobre la tierra (y tocaba la guitarra). A esas entusiasmadas declaraciones sólo añado, ahora que mi estilismo capilar ha mejorado notablemente, que si os pareció que se oía poco el bajo, en spotify hay una versión de las sesiones de la BBC la mar de simpática.

A propósito, cosa curiosa esto del spotify. Es lo mejor que me ha pasado musicalmente hablando en este año. Bueno, quizá fue más molón tocar en una chupibanda de jazz, pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión. Tras una semana usándolo, dos palabras refulgían cual grabadas a fuego en mi cerebro: SOY GILIPOLLAS. Gilipollas de haberme estado bajando y ripeando chorropocientos discos para tenerlos llenando gigas en el disco y de vez en cuando mirarlos con orgullo y escuchar alguno. Sí, hay ausencias clamorosas (Zappa, ejem), pero los suecos estos han conseguido un pacto inconfesable con las desalmadas majors que permite lo que parecía por completo imposible: ¡inmensa cantidad de música de todo tipo, incluyendo rarezas inencontrables, de forma instantánea y completamente legal! Todo a cambio sólo, por lo menos desde lo poco que puede ver el usuario, de unas cuñas de publicidad que oscilan entre lo irritante y lo surrealista. Desde el bebé sollozante de hace unos meses hasta los anuncios de pinículas de ahora, teniendo como sola constante a la inquietante voz monocorde que te intenta convencer de que te pases a Premium, y que podría formar parte de una campaña orwelliana de lavado de cerebro (vaya usted a saber si en eso consiste el trato con la RIAA) y no nos daríamos ni cuenta...

Una pregunta a mis lectores: ¿cuál es vuestro anuncio favorito de spotify? Yo lo tengo claro: chananananan DANIEL MERRIGÜEDER! Os juro que una noche ese puto anuncio sonó en mis sueños.

(Continuará...)