Que no está muerto lo que puede yacer eternamente.

GdS TV

27 June 2009

RIP Jacko

No me negaréis que es cenizo esto de matar estrellas del pop actualizando el blog. Servidor de ustedes, seguro de que MJ partirá hacia tierras mejores a hacer dúos con Sinatra con Nat King Cole al piano, y a inyectarse opiáceos con Cobain, lamenta no haber escarbado más en su discografía antes del lamentable suceso. Pero ah, ese Billie Jean que me ha hecho hacer el ridículo en lugares públicos ya unas cuantas veces... (no lo puedo evitar, se me van los pies).

En fin, se nos va el hombre que nos enseñó la manera más molona de acabar con los malos. Si no habéis visto esta obra maestra... atención a ese estilo, ese visual, esa CATARSIS colectiva estremecedora, y ese final epiquísimo. RATATATATA!



Descanse en paz.

25 June 2009

Feliz 2009

¡Feliz 2009! Sí, reconozco que llego con un poco de retraso, pero así es mi concepción del tiempo, ¿no hay un pueblo donde se toman las uvas en agosto? Para mí el solsticio de verano simboliza el renacer, y los fuegos de San Juan sobre Las Canteras, iluminando a centenares de coyos borrachos con peinados sólo posibles en la humedad ambiental de Las Palmas, me llegan al corazoncito pagano más (y mejor) que los anglosajones newageros que se van a pelarse de frío en Stonehenge en vez de coger una oferta de turoperador para ponerse ciegos de sangría en Maspalomas. But I digress.

En fin, creo que mis pobres lectores ya habrán constatado que mi falta de vergüenza y mi perrerismo como actitud alcanzan cotas estratosféricas (donde desaparece la fuerza de la gravedad). Digamos que, mientras ahora que llega el veranito la mayoría de blogs que mantienen un ritmo serio de actualización se toma un merecido descanso, hete aquí que aparezco yo, después de meses y meses mirando con indiferencia mi último post, el mono con cascos devolviéndome la mirada, para ir a visitar uno de los muchos chupiblogs que tengo enlazados ahí a la derecha, en busca de actualizaciones molonas e interesantes.

Curioseo en los borradores que tengo por allí: de cuando empecé esto (es decir, reempecé) lleno de proyectos e ilusión, de todas las veces que intenté evitar la (lo diré!) pertinaz sequía de actualizaciones... bah, no voy a ponerme épico: si esto fuera un hijo en vez de un blog, me estarían poniendo verde en cualquier talk show vespertino de provincias (¡alarma social!), eso es un hecho. Pero, así las cosas, me puedo tomar esto como un periodo de acción a través de la inacción con vistas a una purificación taoísta de estos pedantísimos bits.

Pero desvarío cada vez más: efectos del cambio brusco de altitud, no me lo tengáis en cuenta. Me parece simpático algo que escribí el 8 de mayo del año pasado, y que no llegó a ver la luz, de hecho ni me acordaba que lo había escrito:

Hoy, para aliviar el estrés de ser opulentos ciudadanos de Occidente, voy a ofreceros desinteresadamente unos cortes musicales de los últimos discos que he escuchado, que son de lo más diverso.

Empezamos, sin ninguna razón en particular, por los Cream, trío inglés bastante famoso y efímero de finales de los 60, con el gran Eric Clapton a la guitarra, Jack Bruce al bajo y cantando, y el enorme Ginger Baker (posiblemente el mejor batería del rock) dándole a los tambores y platillos. Su disco Disraeli Gears marcó época como uno de los que definieron lo que se dio en llamar el rock psicodélico, siguiendo el camino que abrieron los Beatles. La canción que los Cream han conseguido colar en la memoria colectiva es "Sunshine of your love", con su gran riff. Pero aquí nos vamos a dedicar a la llamada S.W.L.A.B.R., siglas de "She walks like a bearded rainbow".

Ou yeah! Huellas fonográficas de años felices, donde se percibían más millones de colores y Dios caminaba sobre la tierra (y tocaba la guitarra). A esas entusiasmadas declaraciones sólo añado, ahora que mi estilismo capilar ha mejorado notablemente, que si os pareció que se oía poco el bajo, en spotify hay una versión de las sesiones de la BBC la mar de simpática.

A propósito, cosa curiosa esto del spotify. Es lo mejor que me ha pasado musicalmente hablando en este año. Bueno, quizá fue más molón tocar en una chupibanda de jazz, pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión. Tras una semana usándolo, dos palabras refulgían cual grabadas a fuego en mi cerebro: SOY GILIPOLLAS. Gilipollas de haberme estado bajando y ripeando chorropocientos discos para tenerlos llenando gigas en el disco y de vez en cuando mirarlos con orgullo y escuchar alguno. Sí, hay ausencias clamorosas (Zappa, ejem), pero los suecos estos han conseguido un pacto inconfesable con las desalmadas majors que permite lo que parecía por completo imposible: ¡inmensa cantidad de música de todo tipo, incluyendo rarezas inencontrables, de forma instantánea y completamente legal! Todo a cambio sólo, por lo menos desde lo poco que puede ver el usuario, de unas cuñas de publicidad que oscilan entre lo irritante y lo surrealista. Desde el bebé sollozante de hace unos meses hasta los anuncios de pinículas de ahora, teniendo como sola constante a la inquietante voz monocorde que te intenta convencer de que te pases a Premium, y que podría formar parte de una campaña orwelliana de lavado de cerebro (vaya usted a saber si en eso consiste el trato con la RIAA) y no nos daríamos ni cuenta...

Una pregunta a mis lectores: ¿cuál es vuestro anuncio favorito de spotify? Yo lo tengo claro: chananananan DANIEL MERRIGÜEDER! Os juro que una noche ese puto anuncio sonó en mis sueños.

(Continuará...)